CAZU ZEGERS, ELORA HARDY, MARIAM KAMARA

¿Cómo la arquitectura puede responder al ambiente local y charlar con un público global?

En el mundo del diseño, la sustentabilidad puede asumir muchas formas. Puede involucrar un material renovable. Puede demandar edificios que respeten la geografía de un lugar. Puede venir de una arquitectura que favorezca tipos de construcción y materiales locales. O, puede abarcar todos los ítems anteriores, como el trabajo de las tres diseñadoras presentadas aquí ilustra de manera tan elocuente.

Para la arquitecta Cazú Zegers, que abrió su oficina en Santiago, en Chile, en 1990, la sustentabilidad siempre fue una prioridad. Pero para ella, eso significa más de lo que simplemente usar materiales y tecnologías “verdes”. “Mi interés por la arquitectura tiene que ver con procesos locales, y con las tradiciones de un lugar”, nos dice. Y Cazú cree fuertemente en la conexión entre poesía y arquitectura. Esa filosofía ha producido edificios que parecen hacer parte de sus alrededores, como el hotel Tierra Patagonia. La estructura sinuosa de concreto y madera, con su techo de madera curvado, se anida de forma casi invisible a la orilla del Lago Sarmiento, en el Parque Nacional Torres del Paine. Cazú compara su forma a la de “un fósil antiguo o animal prehistórico”, agregando: “quería que el hotel fuera una 'piel fina', para que se pudiera sentir al ambiente”.

CAZU ZEGERS

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Para la Casa LLU (Casa de la Lluvia), ubicada en el lluvioso sur del país, madera no era una opción práctica, entonces Cazú proyectó una estructura de concreto de un piso revestida en acero Corten.

Con su interior acogedor con paneles de madera y sus pasarelas y alpendres cubiertos, la casa - que está ocupada por cuatro generaciones de una familia - “deja el paisaje entrar, pero estás protegido”, nos explica. Cazú proyectó la Casa Soplo como un pabellón que se abre para el paisaje, con paredes de vidrio curvas de un lado y un techo verde que insola el interior. Cazú está adicionando una matriz fotovoltaica a los paneles solares existentes en el techo, con el objetivo de darle a la casa "independencia energética".

cazuzegers.cl
@cazu.zegers

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ELORA HARDY

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“Si yo soy un creador, soy responsable por cómo las cosas se hacen”, dice Elora Hardy. Por eso dejó un trabajo promisor en el mundo de la moda Nuevayorquino para retornar a Bali, donde nació y donde su padre - el diseñador de joyas John Hardy - y su madrasta, Cynthia Hardy, construyeron varias casas sustentables, resorts y la renombrada Green School, a partir del bambú. En 2010, Elora fundó el Ibuku, un grupo de diseñadores, arquitectos e ingenieros que están desarrollando un nuevo vocabulario de diseño para construir (y proyectar muebles) con bambú que funcione en harmonía con la naturaleza.

El bambú es el material sustentable en muchas partes del mundo, dice. Crece rápidamente, es fuerte y flexible y secuestra el dióxido de carbono. El bambú se presta a estructuras innovadoras, como la Moon House que Ibuku proyectó en el Bambú Indah, un eco resort fundado por John y Cynthia. En vez de una construcción de postes y vigas, una estructura curvilínea en "reja", Elora explica, "evoca cavernas, nidos y caracoles, y te abraza al paso que te mantiene en medio a la naturaleza". Como el River Warung, el pabellón de restaurantes que Ibuku también proyectó para el resort, ella está abierta a los elementos, pero protegida por aleros profundos.

Ibuku también proyectó casas en Green Village, un enclave de casas particulares. Aura House, a la que se llega a través de un puente, tiene una habitación en estilo “nido” con una puerta giratoria en forma de huevo. El Laboratorio de Ciencias de Green School - que les enseña a los alumnos a vivir y pensar de forma sustentable - reutiliza materiales de construcción antiguos. Y el Ibuku está proyectando su primer proyecto en los EUA: un espacio para eventos en el Área 15, futuro hogar del colectivo de arte inmersiva Meow Wolf en Las Vegas. El trabajo de Ibuku continúa a crecer a partir de la epifanía que llevó a Elora a retornar a Bali: "tenía que invertir mi vida en algo en que estuviera tomando una posición al futuro.”

ibuku.com 

@ibukubali

MARIAM KAMARA

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En 2013, después de trabajar con tecnología computacional en los EUA por varios años, Mariam Kamara decidió seguir un sueño de larga fecha y cursó una maestría en arquitectura en la Universidad de Washington. Al año siguiente, fundó el Atelier Masomi en su tierra natal, Níger, para proyectar edificios ambientalmente y culturalmente sustentables. "Sustentabilidad es igual a sentido común", dice Mariam. “El concreto y el vidrio no son apenas caros, aprisionan el calor, entonces se gasta mucho con resfriamiento”. El menú limitado de materiales disponibles - tierra, cemento y acero - es una ventaja, dice ella, ya que “me libera para pensar en el sombreado, la luz y la sombra, y la experiencia” de un edificio.

En el mercado regional en Dandaji, el Atelier Masomi proyectó una casa permanente para vendedores con sus tiendas (de bloques de tierra comprimida - BTC, que no aprisionan el calor) y las copas coloridas de metal que los sombrean. El Hikma Religious and Secular Complex, también en Dandaji, re propone una mezquita abandonada como biblioteca y centro de aprendizaje - al lado de una nueva mezquita - donde “los seculares y religiosos coexisten pacíficamente para cultivar mentes y fortalecer a la comunidad”.

El proyecto de tesis de Mariam, Mobile Loitering, ahora en construcción en Niamey, aborda el hecho de que las mujeres jóvenes no gozan del mismo derecho de reunirse en público que los hombres jóvenes. Su diseño crea “un espacio público… en la forma de una ruta urbana que conecta locales públicos actualmente populares entre los jóvenes de la ciudad”. Un nuevo proyecto, Artisans Valley, también en Niamey, será una rambla revestida de caracoles semicirculares de bloques de tierra comprimida (ladrillo ecológico) - una referencia a los aglomerados de graneros vernáculos - que ofrece espacio para artesanos locales, áreas de ocio o vendedores de alimentos, en una parte de la ciudad antes desolada.

Para Mariam - que fue seleccionada el año pasado por el arquitecto David Adjaye para la Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative - esos proyectos son consistentes con su creencia de que “arquitectura es un acto social; nosotros hacemos esos espacios para que la gente los habite. Es también un acto político - la arquitectura no existe al vacio”.

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ateliermasomi.com
@atmasomi